Derecho al olvido y supresión según RGPD

Firmado por: Ruben Gálvez

El derecho al olvido y supresión son mecanismos legales que han sido introducidos por el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Su principal objetivo es el de brindar mayor protección y control a los ciudadanos sobre sus datos personales. Facilitan a las personas la posibilidad de requerir que sus datos personales desaparezcan de la red.

A continuación, te contamos en qué consiste el derecho al olvido y supresión, sus diferencias y claves. En la reputación digital de tu marca o negocio este derecho será clave para una gestión óptima de tu presencia en la red.

¿Qué es el derecho al olvido?

El derecho al olvido es el nombre con el que se suele asignar a un derecho que ha sido establecido en mayo del año 2014 en la Unión Europea. Fue resultado de una resolución del Tribunal de Justicia que consideró que la legislación de protección de datos europea brinda a las personas físicas la posibilidad de pedir a los buscadores que retiren ciertos resultados vinculados con su nombre.

Para entender el derecho al olvido y supresión, hay que hacer referencia al Reglamento General de Protección de Datos (RGPD). Este fue aprobado por la Unión Europea en 2018. En su artículo 17, establece un derecho de supresión similar al derecho que el Tribunal de Justicia de la UE había reconocido previamente.

Al momento de decidir qué resultados van a ser retirados, los buscadores deben analizar la información. Se considera plausible de ser retirada aquella información que es inadecuada, irrelevante, inexacta o excesiva. También se analiza si existe o no un interés público para que la información siga apareciendo en los resultados. Otros países también han adoptado leyes similares a la de la UE.

Diferencia entre derecho al olvido y derecho a la supresión

Tomando en cuenta lo mencionado con anterioridad, hay que hacer referencia a la diferencia entre derecho al olvido y supresión. Estos conceptos suelen ser confundidos y utilizados como sinónimo. No obstante, significan cosas distintas. La principal diferencia entre ellos está en que el derecho de supresión RGPD se puede ejercer ante cualquier entidad que trata datos personales, aún si no están en un medio digital. En cambio, el derecho al olvido corresponde solo al ámbito digital.

Por otro lado, se debe tener en cuenta que el derecho de supresión implica la eliminación de los datos personales del solicitante. Ello, en cualquier registro digital o físico en el que estos datos puedan constar. Por el contrario, el derecho al olvido se ubica necesariamente en la eliminación de enlaces o resultados de búsqueda que puedan relacionar los datos personales del solicitante con un registro o con una noticia.

Junto con lo anterior, se puede destacar que el derecho de supresión pertenece a los derechos ARSULIPO (Acceso, Rectificación, Supresión, Limitación del tratamiento, Portabilidad y Oposición). Son derechos que asisten a las personas afectadas por terceros sobre sus datos personales. Mientras tanto, el derecho al olvido no está contemplado en esos derechos, aunque la normativa de protección de datos sí contempla el olvido.

Cuándo puedo aplicar el derecho al olvido y supresión

¿Cuándo puedo aplicar el derecho al olvido y supresión?

El derecho al olvido y supresión se puede aplicar en los casos en los que tenga lugar alguna de las siguientes circunstancias:

  • Los datos personales han dejado de ser necesarios en función de los fines con los que fueron recogidos.
  • La persona solicitante se opone al tratamiento teniendo derecho a eso y no prevalecen otros motivos para el tratamiento de los datos.
  • Los datos deben suprimirse para que se cumpla una obligación que deriva del Derecho de la Unión Europea o de los Estados miembro que se aplica al responsable del tratamiento de los datos.
  • La persona solicitante retira el consentimiento que funcionaba como base del tratamiento de los datos, no pudiendo este fundarse en otro aspecto jurídico.
  • Los datos personales del solicitante han sido tratados de manera ilícita.
  • Los datos del usuario se han obtenido en relación con la oferta de servicio de la sociedad de la información en caso de oferta directa a niños.

A pesar de lo anterior, hay que tener en cuenta que el derecho reconocido en los casos anteriormente mencionados cede cuando el tratamiento de los datos es necesario para que se ejerza el derecho a la libertad de expresión. También cuando es para el cumplimiento de una obligación legal o de una misión de interés público. Además, cuando es importante para el ejercicio de los poderes públicos conferidos al responsable.

Por otro lado, se protege esta información por razones de interés público en el ámbito de la salud pública, con fines de investigación histórica o científica, con fines estadísticos, con fines de archivo en interés público o para la formulación o el ejercicio de reclamaciones.

¿Cómo ejercer el derecho al olvido? Requisitos y limitaciones

En España, el derecho al olvido y supresión se puede ejercer ante el responsable o encargado del tratamiento de los datos personales o ante la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD). En este último caso se aplica cuando la respuesta obtenida por parte del responsable del tratamiento de datos no es satisfactoria.

Como principal responsable del tratamiento de los datos, el RGPD exige brindar a los ciudadanos toda la información clave sobre cómo ejercer sus derechos y ante quienes. Además, se debe ofrecer un canal gratuito y sencillo para ello. Lo que suele hacerse es poner a disposición un correo electrónico para que las personas dirijan allí las solicitudes.

¿Cómo debe actuar el responsable?

Una vez que se ha hecho la solicitud, quien ha recabado los datos la recibe y debe comunicar el caso al resto de los responsables del tratamiento. Debe indicar que esos datos tienen que ser suprimidos, como así también eliminar cualquier enlace a ellos y las copias con las que puedan contar.

De acuerdo al RGPD, el plazo para responder la solicitud es de un mes desde la recepción de la misma. Si fuese una petición compleja o se tuviesen que atender varias a la vez, se podría ampliar a dos meses. Ello, siempre que se informe al interesado de dicha ampliación de los plazos y los motivos de la misma. En caso de no responder las solicitudes, hay sanciones que pueden caer por no cumplir con la ley de protección de datos.

Los límites del derecho al olvido y supresión

A pesar de lo anterior, existen ciertas excepciones al ejercicio del derecho al olvido y supresión. Los casos en los que no será necesario borrar estos datos personales incluyen:

  • Cuando sirvan para cumplir obligaciones legales
  • Cuando garanticen la libertad de expresión e información
  • Cuando sean útiles para razones de interés público
  • Cuando sirvan para formular reclamaciones
  • Cuando tengan fines de investigación histórica, científica o estadística

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Autor

  • Ruben Gálvez

    Ruben Gálvez, co-CEO de 202 Digital Reputation, licenciado en Relaciones Laborales por la Universitat de Barcelona, realizó el máster de Internet Business en ISDI. Con +12 años de experiencia en el sector de la reputación digital, tanto en el ámbito personal como corporativo. En 2021 Co-fundó 202 Digital Reputation.

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